lunes, 3 de junio de 2013

A veces somos como unas mulas...

Cómo lo ejemplifica en esta imagen de  los burros, aunque se luche constantemente con el compañero, estamos ligados al otro, de modo que en todo situación es más ameno si se dirigen los dos para el mismo lado y encarrilarse hacia el mismo horizonte para poder cumplir objetivos propuestos, pues muchas veces estamos atados al otro como estos burros y halar en sentido contrario sólo ocaciona desgaste.
En la medida en que decidimos vivir en pareja, automaticamente debe obtarse por contruir como si fueran dos en una sola persona, pues una mala decisión los afecta a los dos. No podemos ser tercos frente a situaciones donde el otro nos puede asesor y ayudar para que haya un buen funcionamiento en la relación, pues muchas veces nos dejamos llevar por el orgullo y por la dominación del ego y lo que finalmente hacemos es ocacionar problemas y desamores.

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