El mundo está poblado de personas que no se percatan de lo que generan sus palabras:
Las palabras hieren, reconfortan, matan, reviven corazones, insultan, alagan, unen, apartan, son vulgares o finas al oìdo cómo la música. A veces no nos damos cuenta del daño irreparable que hacen las palabras o del poder constructivo, contradictoriamente, para dar vida a otra persona, evitar inconvenientes entre las personas y no dañar a nadie con comentarios, que paradójicamente destruye o crea.
La palabra, divisora de naciones, creadora de constituciones políticas, ideologías, formas de pensar, cultos, religiones, movimientos, revoluciones, discursos de aquellos que han cambiado al mundo con el uso exclusivo del lenguaje, de la palabra. Los seres humanos debemos tener cuidado al momento de hablar y de dirigirnos hacia los demás, del buen uso de la palabra, depende las buenas o malas relaciones interpersonales entre hombres y mujeres.
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