Como bien dice la frase al final del cuadro “Sin buenas relaciones humanas, no hay buena calidad de vida”. Resulta que nosotros nos desenvolvemos en diferentes campos: laboral, humanas y sentimentales. En cada uno de estos campos nuestras interacciones son diferentes dependiendo de los lugares y de las personas a las que pertenezcan cada uno de estos.
En el trabajo, es claro que existe un interés económico ya que de nuestra buena o mala función depende nuestra estadía en una empresa y podemos ser próximos a ser desempleados o a mantener empleados. Pero no sólo eso determina que continuemos en una organización, nuestro comportamiento determina patrones de convivencia que hacen que se forma un buen o mal ambiente dentro de un grupo de trabajo. Una persona conflictiva forma choques y mala energía dentro de un grupo de personas y hace que las otras partes adopten comportamientos negativos generando ruidos a la hora de desempeñar correctamente nuestras funciones, ya que se verían afectadas las motivaciones personales de cada uno para desenvolverse tranquilamente en un lugar de trabajo.
Por el contrario, si sabemos
manejar las contingencias que se presentan en nuestro entorno tanto a nivel
laboral como con el equipo de trabajo, fácilmente se mantiene una sana
convivencia con quienes nos rodean y permite un buen flujo de funciones dentro
de la organización. Otro campo en el que hombres y mujeres se desenvuelven, es
en el campo humano, es decir, el contacto que tenemos día a día con cualquier
tipo de persona, bien sea en un supermercado, al momento de ir a una
gasolinera, en la universidad, amigos, familia, etc. Este campo es uno de los
más importantes en la vida de una persona, pues es aquí donde se forman lazos afectivos
de donde pueden surgir relaciones más profundas, donde se pueden hacer buenos
contactos para el trabajo o donde simplemente se puede compartir un hobbie.
El último campo que abarca el
mapa conceptual, son las relaciones sentimentales, las cuales son fundamentales
para el funcionamiento e nuestras emociones, ya que este vínculo está
relacionado directamente con la pareja, esposo, esposa, novia, amiga especial,
etc. No se puede negar que la relación con ese ser humano especial, marca y
determina totalmente el manejo de nuestras emociones y actitudes, por eso, hay
que tener un control emocional para no alterar el resto de ambientes a los
cuales asistimos y pertenecemos. Muchas veces, por ser las personas a las que
le tenemos más confianza, abusamos o adoptamos comportamientos que hieren los
sentimientos ajenos, para evitar estas situaciones no hay nada más
satisfactorio que hablar con calma, sinceridad y llegar a acuerdos para que
dichas emociones que están en juego con la persona especial no se vean altamente
alteradas ni hagan que fallemos o formemos un ambiente negativo con esa persona
o con las demás que nos rodean.
Fuente imágen: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6rwN-0VNwIW9pTFkQCqYfjAVvKBn9etBOwjVB8n2OkpACuOOzmvu6I_GYmjDX9SImHqI8KgLptZXIHNnRLYftUy292LXXB_I_hcuQV_r7mvwliCaMKECFEvaKppBpTN1jpPOyUq9EpA/s1600/New+Picture+(3).bmp
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